jueves, noviembre 30, 2006



A ver, a simple vista no parece más que una foto de una rejilla de la ventilación del techo pero, si te fijas más de cerca (recomiendo ampliar la foto todo lo posible) se ven a los 3 inquilinos que tenemos en la universidad, a los que creo que debo presentaros.
Si se pusiera esta foto frente a alguien que no supiera qué universidad es seguro que acertaba. No puede ser de otra cosa más que de Biología.
Tenemos 3 preciosos ejemplares de Mus musculus, que nos acompañan desde hace...ni idea, pero ya son entrañables, ahi, tan quietecitos mirándonos desde lo alto de la máquina de cafés y de la de chocolatinas...El de más a la derecha se llama Pérez, el inmediato a su lado es Chispi y el de más a la derecha del todo es Crispi. Chispi y Crispi son obviamente primos, llegaron a la universidad con la cabeza llena de sueños de estudiar y de ser alguien en la vida, algo más importante que un simple ratón de campo. Encontraron su lugar y ya no han querido moverse (a parte de que son algo vagos los pobres, están practicamente momificados) En cuanto a Pérez, llegó al punto de su vida en el que cualquier ratón adulto se pregunta qué hace, de dónde viene y a dónde va...tanto repartir regalos a niños sin dientes...acabó odiando su trabajo, abandonó a su mujer ratona y a sus hijos ratoncetes y se decidió por una carrera universitaria (esperando, el pobre iluso, poder acceder después a otro puesto de trabajo mejor remunerado que el suyo). Nunca entendió que todos tenemos nuestro lugar en el mundo, hasta que fue demasiado tarde y él encontro el suyo propio y definitivo.
Pero mira, ahi están los 3, en espera de la llegada de más amiguitos y para desesperación del profe de Control de Plagas...están ahi, tan chiquititos, mirándonos con sus ojillos negros desde arriba...llenos de cariño o no, no sé, el caso es que da igual porque están muertos.




Esta foto está dedicada a mis niñas noruegas...Tengo una bolsa entera de chupa-chups Ampariles y sé dónde encontrar muchos más...Pero hasta que no volváis por navidades paso de deciros donde podéis comprar una bolsa de más de un kilo para llevaros a vuestro país adoptivo y hacer de las vuestras...Golfillas!









Aiinnnsss!!! qué nostalgia-arpiera tengo!! Esto no es lo mismo sin vosotras. Fijaros que ya ni me hace gracia nuestra canción de Rammstein y hoy estábamos cantando toda la mañana la del Probe Migué...














¿qué le estará pasando ar probe migué que hashe musho tiempo que no sale? A ver si volvéis ya de una vez y salimos por ahi niñas.
Esta es una autofoto posterior al retrato de Pérez, Chispi y Crispi...en un intermedio de una horrenda, eterna y abominable clase de TACO. De ahí nuestras caras y el tema de hacer fotos a momias de ratas muertas.





Laurita se reía...con el café en la mano...Y acabo de caer en la cuenta de que no le he pedido permiso para poner su foto en el blog. Jujuju! Menos mal que sale guapa en la foto.

martes, noviembre 28, 2006

Esta es la primera seta del fin de semana. Bueno, no hay más que ver la cara de Héctor. Era la primera vez que buscaba setas y no dejó ni una para los demás, era el único que no paraba de encontrar una detrás de otra. Recogería él solo unos 4 kilos...lo veías saltando y gritando de contento cada vez que encontraba una, parecía un perro olfateando algo...jojojo













Este es el resultado de la primera expedición setil o fúngica. No estuvo mal. Eso sí, estuvo mejor después de meter unas pocas en el horno con un chorrito de aceite y sal.ñaaaaaaaam

Aunque no pudo resistirse a mis mimines y, en una milésima de segundo le cambió la carita y puso cara de gustito...si es que...se quiere hacer el duro, pero no sabe.

Mirad que grandote está Ciro!! En esta foto estaba muy muy cabreado con nosotros porque nos habíamos marchado todo el fin de semana a Cuenca y lo habíamos dejado en casa de mis padres con su primo Mateo.
Se lo pasó genial, seguro, primero porque se lleva fenomenal con Mateo, segundo porque se ha pasado los 2 días siguientes durmiendo a pata suelta sin rechistar. Menudo golfo.
La foto la hizo Héctor nada más llegar a casa después de recogerlo. Estaba yo más contenta de recogerlo que él de volver a casa, seguro. No hay más que verle la cara de cabreo que se gasta.